segunda-feira, 31 de agosto de 2015

Detalles!








En una tarde de verano, sentado en el parque,
bajo la sombra de un árbol, recuerdo historias de un tiempo feliz.

Tiempo en el que los pájaros cantaban y los niños vivía para jugar.
Momento en que había verdaderos amigos y con ellos todo era divertido.

Pero el tiempo pasa y el otoño expulsó a los pájaros.
De ahí que crecemos y llegamos el invierno para quedarse para siempre.

Persiguiendo a nuestro destino, no hay tiempo para cantar, hay varios compromisos, vivimos para trabajar.

Pero un día, de repente las aves regresan a sus nidos llenos de vida, nos volvemos a soñar como niños.
El corazón está perdidamente enamorado, creció una flor floreció el amor.

Luego descubrimos que la felicidad está en la simplicidad de viento...
En el calor del alma y los pequeños detalles de un colibri!


Luís Fernando Bruno

2015

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